Arquitectura caliente

Después de cumplir con los requerimientos básicos de vivienda, como el abrigo y la seguridad, surge la posibilidad de profundizar en el tercer punto crucial: el confort. Una vez que los estándares de habitabilidad y calidad espacial se han cumplido, podemos enfocarnos en la riqueza arquitectónica. Esto se logra mediante un cuidadoso diseño, planificación y selección de materiales. A menudo nos centramos en cómo generar energía limpia, pero olvidamos la importancia de evitar un gasto excesivo de la misma. Por ejemplo, en el caso del calor, invertimos considerables cantidades de dinero en energía y equipos de refrigeración, cuando a través de un diseño inteligente podemos alcanzar la refrigeración de forma natural.

Fuente: https://www.archdaily.cl/cl/tag/ventilacion-cruzada

Podemos abordar desde la arquitectura vernacular, donde para mitigar el calor se antepone la protección de la naturaleza manteniendo el entorno natural de la vivienda. Esto implica no solo utilizar materiales locales que se integren con el paisaje, sino también aprovechar la sombra y protección proporcionadas por la vegetación circundante. Al hacerlo, no solo se logra un ambiente fresco y agradable, sino también una mayor calidad visual y estética en el entorno construido. Esta integración con la naturaleza no solo mejora la habitabilidad de las viviendas, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental y a la conexión emocional con el entorno. La arquitectura vernacular, en su sabiduría ancestral, nos enseña cómo adaptarnos de manera armoniosa, respetuosa con el medio ambiente para alcanzar estándares de vida más elevados y equilibrados.

La relación entre arquitectura y calor es un tema fundamental en el diseño de espacios habitables, especialmente en regiones donde las altas temperaturas son una constante. La manera en que se maneja el calor en la arquitectura no solo afecta el confort de los ocupantes, sino también el consumo energético y la sostenibilidad del edificio.Uno de los aspectos clave para controlar el calor es el diseño pasivo, que aprovecha las condiciones climáticas y los elementos naturales para regular la temperatura interior. Estrategias como la orientación del edificio, el uso de materiales térmicamente eficientes y la integración de elementos de sombreado como aleros, brise-soleils o vegetación, son fundamentales para reducir la ganancia de calor en el interior y mejorar la eficiencia energética.

Fuente: Escuela en Chuquibambilla / Marta Maccaglia + Paulo Afonso + Bosch Arquitectos (2013 – Chuquibambilla, Perú).

Está comprobado que mediante sistemas de ventilación cruzada y la selección adecuada de materiales, como baños con materiales transparentes y opacos, ventanas estratégicamente ubicadas, y muros adecuadamente aislados, podemos modificar la sensación térmica de un espacio hasta en 3 grados Celsius. Este enfoque permite alcanzar un nivel de climatización óptimo con un mínimo gasto energético, lo cual es fundamental para lograr el confort deseado en los espacios habitables.

Además del diseño arquitectónico, las tecnologías modernas también juegan un papel importante en la gestión del calor. Sistemas de climatización eficientes, como el uso de ventilación mecánica controlada, la implementación de sistemas de enfriamiento evaporativo o el empleo de materiales de construcción avanzados con propiedades aislantes, contribuyen significativamente a mantener ambientes frescos y confortables sin un alto consumo energético. Es crucial considerar el impacto del cambio climático en el diseño arquitectónico, ya que las temperaturas extremas y los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes demandan soluciones innovadoras y sostenibles. La arquitectura bioclimática, que busca integrar las condiciones climáticas locales en el diseño, es una respuesta eficaz para adaptarse al calor y promover la resiliencia de los edificios ante el cambio climático.

Fuente: Nuevo local comunal para la Comunidad nativa de Otica / Semillas (2019 – Rio Tambo, Perú). Image 

En conclusión, la arquitectura tiene un papel fundamental en la gestión del calor, no solo para garantizar el confort térmico de los usuarios, sino también para reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad en la construcción de espacios habitables.

Agradecido, a seguir estudiando.

Moroni Pozo.